Desarrollas todos los rasgos solares cuando expresas tu personalidad y te reafirmas frente a los demás. Valoras mucho tu apariencia, como lo más importante, y necesitas ser reconocido y ser el centro de atención, que los otros aprecien tu disposición cálida y tu incesante entrega de corazón a la hora de emprender tareas. Te encuentras a ti mismo a través de las acciones que implican liderazgo y competitividad, que es cuando sacas lo mejor de tu ser, tu parte más creativa y en ocasiones teatral. Te entregas con amor y pasión a todos proyectos novedosos, aportando toques y puntos de vista muy personales. Fuerte voluntad, vigor e independencia ante cualquier situación, cosa que puede hacerte cerrar en tus enfoques subjetivos, pudiendo a veces pecar incluso de egocentrismo o una búsqueda patológica de atención. Debes aprender humildad y autoanálisis pues tienes un sentido de tu ser muy grande.
* Mercurio en casa III
Gran curiosidad hacia el entorno circundante, que motiva el rápido aprendizaje y el mecanismo de funcionamiento de las cosas y personas, las relaciones cognoscitivas de todo tipo. Facilidad en la articulación verbal, en la adquisición del lenguaje, que aporta locuacidad. Inteligencia refinada y precisa, que motiva hacia un estudio constante de cualquier cosa, por más insignificante y superficial que sea.
* Saturno en casa V
La realización de la personalidad se realiza tomando consciencia de los límites de la expresión individual. Representa al eterno niño que toma el papel del adulto maduro. Es la autoridad y el rigor en su expresión más sincera y amorosa, de manera simple y natural, con el corazón de niño. También puede producir miedo a mostrarse o hacer acto de presencia, miedo escénico, por bloqueos en la autoexpresión. Capacidad de tomarse el juego en serio, con prudencia y concentración. Decepciones amorosas y castración de la espontaneidad por una autoridad mayor, por ejemplo el padre, que ayuda a tomar consciencia de la estructura interna de la expresividad. La capacidad de recrearse y pasárselo bien queda limitada por sentimientos de culpabilidad por excesos. Con el tiempo y a la larga se llega a tener una identidad muy firme y sólida, confiando en el propio centro del ser.
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